Neutralidad, profesionalidad y apoyo humano.
"Recetas patentadas"


Neutralidad
Esto significa que nosotros trabajamos con Usted independientemente de su ideología política y religiosa, profesión, estado civil, familiar, etc. ¡Nosotros estamos para servir a TODOS por igual!

Aparte de esto, aplicamos neutralidad en casos de consultas de pareja o de familia completa, evitando todo tipo de coalición con una determinada persona de la pareja o del grupo familiar. Neutralidad significa también - aceptación terapéutica -. Nosotros recibimos y aceptamos al/la consultante "como ella/él es", sea cual sea su problema. Es decir, aceptación, respeto y comprensión sin moralizar, prejuzgar, criticar, señalar o encuadrar.
Aceptar no significa "cerrar un ojo" y decir a todo amén. Aceptación es tener en cuenta la historia, el desarrollo, las vivencias y las experiencias que han formado a una persona en su totalidad, buscando de comprenderla como si nosotros hubiésemos vivido su misma historia. La aceptación construye puentes curativos en la terapia.

Profesionalidad sin dejar de ser "humanos" En nuestras sesiones trabajamos de forma estructurada, precisa, con métodos y técnicas, con seriedad y profesionalidad. Por otra parte, también con solidariedad y calor humano, es decir, con comprensión, flexibilidad, creatividad, tolerancia, espontaneidad y con una gran apertura a la improvisación.

No tenemos "recetas patentadas" Tanto nuestro método, como nuestras experiencias de vida, no nos permiten "globalizar, generalizar, etiquetar o dar recetas patentadas" (aunque existen algunos modelos de reacciones y comportamiento humano). Nosotros partimos de la base que cada ser humano tiene su propia y única historia. Cada individuo reacciona e interpreta la vida y el mundo diferentemente. Cada persona es una creación única. Por eso mismo, nosotros/as como terapéutas, no podemos coincidir con las ideas o interpretaciones de vida del/de la consultante.

Nuestras experiencias, reacciones, decisiones y comportamiento son diferentes a los de nuestros/as clientes. Esta realidad, no nos permite dar "consejos directivos o recetas patentadas o absolutas" en nuestras sesiones terapéuticas. Esto sería como querer imponer nuestra forma de ser y pensar con nuestras experiencias, vivencias, mundo, marcas, prejuicios, etc. a la otra persona. Sería como querer que el/la consultante "pensase" como yo pienso, como yo decido, como yo me comporto, etc. Dar consejos directivos, consejos patentados o diagnósis radicales puede ser muy peligroso para la salud del/la cliente.
Los consejos directivos o patentados hacen al/la paciente -dependiente-, inseguro/a y no le dejan pensar por si mismo/a o desarrollar estrategias de decisión propia y enfrentamiento. El método directivo/impositivo puede desembocar en una terapia estañada o sin fin.

Nosotros practicamos un trabajo terapéutico mutuo o en conjunto - cliente-terapeuta -
Con los diferentes métodos terapéuticos, acompañamos, apoyamos, servimos y ayudamos a cada persona en su situación especial. Juntos, en un diálogo terapéutico constructivo y cooperativo tratamos la problemática, para comprenderla mejor y de este modo llegar juntos a desarrollar estrategias de enfrentamiento. Nosotros ayudamos a encontrar claridad, a entrenarse, a tomar decisiones y juntos, enfrentar y procesar los problemas y dificultades con las "armas naturales" que tiene el/la consultante.

Según nuestro método, el/la consultante y el/la terapeuta crean un "nuevo sistema" en el cual ambos se integran en los procesos terapéuticos y ambos mutuamente se mueven en la búsqueda de encontrar soluciones. El/la cliente es estimulado/a y motivado/a a descubrir sus recursos y capacidades personales, para que con este potencial, más lo experimentado y aprendido en las sesiones, comience a enfrentar y procesar sus problemas.

Vea: metas de nuestra consulta