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La familia, el nuevo paciente de las consultas psicoterapéuticas por:
Conrado Grandville, Terapeuta Familiar Sistémico, Psicoterapéuta.

Exposición dada en una de sus conferencias en España sobre el Tema "Familia" (Copiado rápida y literalmente de una grabación magnetofónica)



En los años 50 tuvo inicio un nuevo pensamiento en el campo de la psicoterapia analítica. Se comenzó a ver y tratar al individuo en relación con lo que ocurre en su familia o sistema familiar. Se dejó de analizar al individuo como paciente "individual".

Individuo=individual viene de la palabra "Individible", o sea el ser humano, un ser que es individible. Cuerpo alma espíritu no se pueden dichotomizar. (separar)

Por ejemplo: se dejó de ver a la persona como un "paciente" individual sino en contexto con su familia. Como paciente aislado se dejó de ver fuera del contexto familiar, al alcohólico, al niño que no rinde en la escuela, al marido que tiene impotencia sexual, al cónyuge que es infiel, a la esposa traicionada, a la niña que es anoréctica, o tiene comportamientos agresivos, etc... Se dejó de analizar al paciente separado de la la familia o sistema que le rodea. Se dejó de ver poco a poco a la esquizofrenia y psicosis como enfermedades aisladas del contexto familiar o sistémico.

Se comenzó a analizar y al individuo dentro de su "familia". Se pudo observar que todos estos problemas que presentan algunos individuos/pacientes, son el resultado de una familia desequilibrada o enferma. En otras palabras, lo que ocurre dentro de una familia, puede enfermar a uno o más individuos que pertenecen a ella. La familia puede ser el nido de la salud pero también puede ser el lugar donde se incuban las neurosis y otros problemas emocionales y de comportamiento.

En el año 1982 se publicó un libro muy interesante por el Profesor, Dr. Richter, con el título: "Paciente Familia". El subtítulo dice: "Formación, estructuras y terapias de conflictos en el matrimonio y familia". No se si este libro existe en castellano. Existe en alemán y es un libro de alto nivel enfocado a la psicoterapia familiar.

El Dr. Richter, como psicoanalítico, desarrolla una amplia visión y recopilación de todo lo que abarca el sector de la consejería y de la terapia familiar que se ha hecho hasta ahora. Cuando yo estudié Terapia Sistémica Familiar a pleno tiempo, por medio de una beca que me dio el estado Alemán, éste fue uno de nuestros libros de texto.

El título del libro del Profesor Richter, será nuestro tema: "El Paciente Familia"

Por lo tanto para poder "volar dentro del tema", tiene que quedar bien en claro que no se trata de analizar o poner nuestra mira en los conflictos del individuo, separadamente de la familia, sino en los conflictos del individuo en conexión con sus relaciones interpersonales y comportamiento dentro de su familia o sistema en el que vive. No es la psicoterapia individual, por ejemplo freudiana...

En la terapia familiar se estudian los diferentes patrones o interacciones de la familia reglas del juego, triangulación, coaliciones, jerarquía, secretos familiares, comunicación análoga y digital, congruente e incongruente, la anatomía de un mensaje, comunicación simétrica y complementaria, el pragmatismo de los axiomas de la metacomunicación, dobelbein, límites, atmósfera, estrategias, paradojas, individuación, proceso de diagnóstico, calibración, paradigmas, desensililización, saturación, etc. tanto por decir algunos términos y elementos de la terapia familiar.

Como veis la terapia familiar, es hoy en día una terapia con su terminología propia, con sus diferentes escuelas, técnicas, métodos, elementos y funciones, aunque todavía no reconocida y subencionada por la seguridad social en muchos paises de Europa.

Todo esto ha ido formado en la psicoterapia tradicional una nueva forma de ver los conflictos personales, como las neurosis, las psicósis y las enfermedades psycosomáticas, no más como un problema individual, sino un problema que se origina en el seno de la familia o sistema.

Todo esto está guiando a la psicoterapia tradicional a nuevas definiciones de conflictos y enfermedades que tienen una conexión con la familia.

El origen de muchas enfermedades psíquicas y físicas tienen que ser interpretadas de una manera completamente diferente de la interpretación tradicional. Las relaciones interpersonales dentro del sistema familiar, deben analizarse profundamente y no como se hacía antes.

Tanto los médicos, como la seguridad social y a las autoridades civiles del país, deberían comenzar a ver a la familia como paciente. ¿Por qué digo esto? Porque hasta ahora se ha tratado al paciente como un individuo. La familia no recibe todavía atención como paciente. En el campo de la medicina no se considera todavía a la familia como paciente. El paciente Familia, existe quizás en la teoría pero no en la práctica.

Ahora estamos descubriendo y viendo que en el seno de la Familia se anidan muchas enfermedades.
  • Que la familia puede enfermar a un individuo de ella.

  • Que la familia necesita un cabeza de turco o culpable.

  • Que en la familia se crean grupos o coaliciones.

  • Que por medio del análisis de las interacciones dentro de la familia se llega a conocer la forma de actuar e interpretar la vida que tiene esa familia.


  • En la familia se aprenden muchos patrones de vida, estrategias y modelos de comportamiento. Por ejemplo:
  • Si tú insistes mucho, lloras y pataleas, conseguirás lo que quieres de tus padres, o de la madre o del padre solamente.

  • Otro aprende que lamentándose, haciéndose la víctima conseguirá que alguien de la familia se preocupará por él o ella.

  • Otro aprende que si dice la verdad, le dan una paliza.

  • Se aprende que cuando me enfermo, la familia se preocupa doble o triplemente por mi.

  • Que si no como todos estarán detrás de mi para que coma.

  • Otro aprende que volcándose en su madre es la forma de vengarse de su padre.

  • Otra/o aprende que dándole celos a su cónyuge, él o ella se acercará más.

  • Otra/otro descubre que haciendo monerías, atrae la atención de los demás.

  • Otro/a aprende que esforzándose conseguirá que le den premios o recompensas, o no...

  • A dar y recibir; recibir y dar.


  • (Ejemplo del móvile, adorno que se cuelga de los techos con diferentes figuras en un balance armónico)

    Aquí cuelga un perfecto movible, en un perfecto equilibrio. ¿Pero porque se mantiene en este equilibrio? Porque cada uno de sus componentes tiene un peso ideal y así se forma esta armonía=equilibrio.

    Pero si nosotros cambiamos un componente se descontrola todo el resto. Algunos se suben, otros se bajan, otros tiemblan, o si subimos un elemento hacia arriba, o si le ponemos un peso se descontrola todo. Este movible es un ejemplo simple aplicado a la familia. Todo cambio afecta al conjunto, a la familia, a los otros componentes. Todo peso extra de un miembro afecta a todos los demás y no todos reaccionan igual. Toda pérdida afecta a la familia o la descontrola. Toda crisis lleva a la familia a torcerse, a desequilibrarse y a afectar más o menos o alguno de sus miembros.

    A pesar que Alfred Adler era de la escuela psicología-individual, llegó a decir: "Yo rechazo la idea de pensar en un solo individuo, sino que detrás de ese individuo hay "otros" individuos que interfieren o marcan su vida".

    En otras palabras, nosotros, somos dependientes los unos de los otros, nos dirigimos unos a otros, recibimos unos de otros y, cada comportamiento, cada acción y cada síntoma deben ser aclarados en el contexto familiar. Además, porque la Familia es la cuna de nuestra formación especialmente de la 1ra. y 2da. infancia, marcará de una manera más especial la base sobre la cual construiremos el resto de nuestras vidas, forma de actuar, de resolver los conflictos, de interpretar la vida, de reaccionar, etc.

    Un factor muy importante que estudiamos en terapia familiar sobre los conflictos y desórdenes familiares es: "La atmósfera familiar".

    (Pido perdón si no podéis comprenderme a fondo. Espero que toda la terminología que uso, sea correcta, porque toda esta temática le hemos estudiado en alemán, y por lo tanto intento traducir todo esto lo mejor posible al castellano).

    Aunque dicho sea de paso, en Alemania, estamos mucho más absorbidos en la temática separación, divorcio y matrimonios de segundas y terceras nupcias, el nuevo adaptamiento, hijos del matrimonio anterior, la adopción de los hijos etc. Todo esto conlleva una nueva problemática, que es muy diferente a la de la familia nuclear o genética, o sea otra rama muy particular de la terapia y consejería familiar orientada a este tipo de problemas.

    Para daros una idea, en Alemania tenemos cantidades de conferencias y seminarios de terapia o consejería a nivel profesional, sobre la temática separación, divorcio, nuevo casamiento, hijos de matrimonios anteriores, abuso sexual, etc. por profesionales de alto nivel, y que a pesar de que éstas cuestan 100.000 ò 170.000 Pts. por una semana, no hay plazas libres. Para conseguir un lugar tienes que apuntarte 7-8 meses o un año antes como mínimo.

    Pero volvamos al tema. "Al Paciente Familia" Dije que uno de los factores que estudiamos en terapia familiar, es la "Atmósfera familiar". Este es un aspecto que quisiera desarrollar brevemente con vosotros.

    Vamos comenzar por los Efectos o Resultados de la "atmósfera familiar".

    Al "Paciente familia" se le puede reconocer bastante fácil, que tipo de atmósfera reina en la familia.

    Cada Familia se ha creado su propia atmósfera subjetiva. Es decir una forma propia de actuar, de ser o entenderse, de moverse. Atmósfera subjetiva significa que es una forma de actuar que no es planeada, ni estudiada ni programada conscientemente. Así como cada casa tiene un olor particular. (En mis visitas de seguimiento terapéutico, lo pude comprobar.... olor a gatos... a friduría... a tabaco... un olor especial, a un determinado perfume, etc.).

    Cada Familia tiene su propio molde, ambiente, clima, calor o frialdad y, esto es muy importante, su propio común dominador, o sea, una forma "de ser" que tiene la preponderancia o la supremacía en la familia.

    Esta claro que esta "atmósfera" influye o domina a cada miembro y provoca diferentes reacciones o formas de ser.

    Por eso el común dominador o lo que reina en la familia puede condicionar y presionar a sus miembros a un determinado comportamiento o forma de ver la vida.

    El común dominador de una familia puede ser la frialdad, la prepotencia, la intelectualidad, la antisociabilidad, la superprotección, la dureza, el materialismo, el desamor, (en Alemania trabajan y estudian marido y mujer y esto crea una atmósfera muy particular).

    Ahora, es importante reconocer que detrás de la "atmósfera familiar" se esconde una motivación particular, lo que se llama "Lema". El LEMA familiar es el -Patrón- que se sigue sin darse cuenta, inconscientemente y es que es lo que caracteriza la atmósfera familiar.

    Yo os voy a poner algunos ejemplos típicos de Atmósfera familiar y buscaré de descubrir el "Lema" que caracteriza esta atmósfera.

    Naturalmente yo trataré esto de una manera muy telegráfica porque solamente esto nos llevaría un día completo.

    - Por ejemplo la "Atmósfera intelectual".
    La característica de esta atmósfera, es el estudio, el saber, los títulos, sacar las mejores notas, ir a la Universidad, tener una buena biblioteca en casa. En vez de TV, leer buenos libros. El vocabulario que domina en estas familias es alto e intelectual. El "Lema" de este tipo de familias podría ser: "Lo más importante es tener títulos Universitarios". No existe mejor capital que el saber, quien no estudia no tiene futuro.

    - Otra es "la atmósfera de competencia":
    En esta atmósfera rige uno en ser mejor que el otro. Por ejemplo entre la esposa y el marido, entre los hermanos, hijos sobre los padres. Aquí es requerida la eficiencia, la habilidad, las buenas calificaciones, el trabajo, el progreso, quien es más capaz, quien saca las mejores notas. El "lema" de esta familia podría ser: "Solamente quien es eficiente y esta bien preparado y capacitado, tendrá futuro".

    - Por ejemplo tenemos la Atmósfera familiar de rechazo:
    En este tipo de atmósfera dominan la dureza, la exigencia, el desprecio. El "Lema" de esta familia podría ser: "Cada uno es su mismo prójimo y cada uno tiene que vivir para si mismo".

    - Otro tipo de atmósfera familiar es la Atmósfera represiva. Todo funciona según ciertas reglas, prohibiciones y mandamientos.
    El "Lema" que impera en esta familia podría ser: "Con nosotros no existe ninguna reclamación, o mejor dicho, sin una estructura de leyes y castigos no podemos vivir, de lo contrario podemos caer en los abusos" .

    - Otra atmósfera es la Atmósfera de la desarmonía. Aquí nos encontramos con una familia donde se inclinan a rezongar, a quejarse por todo, a la falta de respeto, a luchar por el poder y a tener razón los unos sobre los otros. El "Lema" en estas familias podría ser: "No se puede uno darse jamás a los demás, ni darle la razón a nadie, sino no tendrás nunca razón y terminan pisámdote".

    - Otra puede ser la Atmósfera del desprestigio o del descrédito:
    Cada uno desvalora o desprestigia al otro. En este tipo de atmósfera existe siempre un culpable o cabeza de turco. Es una atmósfera muy negativa y despectiva y nadie aprecia lo que hace el otro. Falta la motivación mutua. El "Lema" de estas familias puede ser: "Rebaja a los demás, sino los otros te rebajarán a ti".

    - Otra más es la Atmósfera materialística:
    Esta atmósfera se caracteriza por el tener, poseer. Tienes algo, vales algo. Cuanto más tienes más vales. Son familias que poseen miles de cosas inútiles y niños abarrotados de juguetes y juegos. Son personas que piensan que con el dinero lo pueden comprar todo. El "Lema" de esta familia podría ser: "El dinero domina el mundo. Tanto tienes, tanto vales".

    - Otro ejemplo es la Atmósfera familiar sufrida, dolorida. En esta familia existe un individuo que se presenta como el mártir, el que sufre y hace sufrir a todos. La depresión reina. El "Lema" que la rige podría ser: "Suframos y esperemos, ya llegarán tiempos mejores, ahora nos tocó esta cruz y tenemos que llevarla entre todos".

    Una pregunta interesante sería ahora: ¿Cuál es el común dominador de tu Atmósfera Familiar?

    Vamos a seguir ahora con nuestra temática:

    ¿Pero.... què podemos hacer nosotros para evitar que la familia se convierta en un paciente, en un enfermo?
    ¿Cómo se puede curar un Paciente-Familia que está enfermo, que vive en una desarmonía? ¿Cómo se puede sanar una familia en la que parece estar todo destruido, sin esperanzas?
    ¿Qué reglas pueden ser de ayuda para que la familia no se convierta en un paciente enfermo?

    Yo voy a citar algunas reglas básicas y no únicas, (no hablo de "recetas patentadas") que en la vida familiar tienen gran importancia.

  • La familias es el centro de entrenamiento de todas las relaciones humanas. Es la base del futuro Hombre-Mujer.

  • El matrimonio y la familia son el campo de capacitación para la ayuda social y humanitaria./li>
  • Matrimonio y familia es el centro de aprendizaje para saber convivir juntamente con personas de todas las edades.

  • Matrimonio y familia son el campo de entrenamiento práctico para aprender a vivir el Amor por el prójimo, la convivencia humana-social tan acentuada en la Palabras del Evangelio: "Ama a tu prójimo como a ti mismo".


  • También se puede ver a la familia como el terreno creado por Dios para aprender a vivir una vida cristiana, de valorar y respetar la vida y de desarrollar metas que van más allá de la vida.

    En la Familia se aprenden las virtudes y los vicios. En la Familia se aprenden modelos ético, morales y cristianos de vida y también modelos inmorales, crueles de vida. Se aprende a ganar salud o a ganar enfermedades.

    Por ejemplo en Alemania es muy alto el número de mujeres divorciadas con hijos pequeños. Los niños de muchas de estas mujeres han visto pasar por sus casas a muchos hombres... convivencias de corto o largo plazo. ¿Cómo interpretarán estos niños estos "entrenamientos y pruebas" de sus madres? ¿Qué tipo de concepto de vida desarrollarán? ¿Que conceptos se formarán en cuanto a la sexualidad y las relaciones con el sexo opuesto?

    No, no pienso a la antigua, soy joven y vivo en un país que se considera muy avanzado en esta temática. No podemos tomar todo esto a la ligera, porque ya estamos viendo las consecuencias en la juventud. El desequilibrio en el seno de la familia traerá graves problemas a la humanidad del futuro a nivel social, político, medicinal y económico. La familia es nuestra primera escuela y lo que grabamos o fotografiamos en nuestra infancia se calca muy profundo en nuestras células cerebrales.

    En realidad estos modelos de comportamiento no son siempre hereditarios, nosotros los recibimos de nuestros padres y luego los pasamos a nuestros hijos, a nuestros hijos a los nietos.

    Nosotros somos "Modelos de repetición" consciente o inconscientemente, abierta o secretamente o disimuladamente de estos patrones de vida.

    Nuestros hijos aparte de recibir una carga genética y hereditaria bastante grande de ambos padres, abuelos y bisabuelos, más tarde, sobre esta base hereditaria, los hijos construirán todo lo que aprendan primeramente de los padres. Los hijos simplemente imitarán lo que ven en nosotros sin saber distinguir si es beneficioso o perjudicial y hasta que punto. El día que sean adultos podrán rechazar o repetir lo que vieron en nosotros.

    Los niños aprenden primeramente por experiencias. Ellos toman decisiones según las observaciones que hagan. Alfred Adler decía que el niño/a son los mejores observadores y detectives, pero los peores interpretes de lo que ven.

    Pero ahora vamos a las REGLAS que os quería presentar:

    1 Regla:
    Evitemos los mensajes que comunican una idea pero que en práctica hacemos otra. Sean estos mensajes verbales o corporales. Seamos sinceros y transparentes.

    Aquí se podría aplicar este famoso refrán que dice: "Haz lo que yo digo, pero NO lo que yo hago".

    Evitemos enviar mensajes que son irreales, que no son sinceros, que en realidad son mentiras.

    Los mensajes que puede ser criticados porque no son reales o verdaderos, traen siempre problemas en las relaciones humanas, perturbaciones personales y desequilibrios de la propia estima.

    El niño o el adulto pierde la orientación cuando se da cuenta que un mensaje no es verdadero, que no es sincero y que no refleja la realidad.

    Un padre le dice a su hijo que no mienta. Pero cuando llama el teléfono para papá, él le dice a su hijo: Si es Juan, ese pesado, dile que todavía no llegué del trabajo a casa". El niño o el adulto es confundido, paralizado.

    La terapia familiar ha descubierto que la esquizofrenia, por ejemplo, tiene una relación de desarrollo directo en el seno familiar. Algunos investigadores llegaron a descubrir que la Familia es muy responsable de las psicosis, esquizofrénia, de comportamientos enfermizos, de desorientación y de la problemática en las relaciones humanas y matrimoniales.

    Si éstos mensajes verbales y no verbales no coinciden con lo que hacemos o vivimos desconciertan, confunden, enredan y enmarañan a las personas de nuestro alrededor.

    Nosotros conocemos una mujer que manifiesta leves síntomas de esquizofrenia en su comportamiento. El amigo o novio que tiene, no se casa con ella. Pero ahora viene el problema:

    Ambos se dicen ser muy religiosos, él es viudo y está en el comité ejecutivo de su parroquia, ella es divorciada. Ahora observemos esto. El, como buen creyente, no se casa con ella, porque ella no tiene la nulidad eclesiástica, pero sí puede convivir con ella. O sea, casarse es pecado, tener una convivencia mutua no es un problema. Esto puede llevar a una persona a la locura.

    En terapia familiar llamamos a este comportamiento "doblebein" o "doble level message". Este es un mensaje verbal que no coincide con el mensaje no verbal o sea, que no es coherente con el lenguaje corporal o con la práctica. En otras palabras, es un mensaje que tiene dos bases y por lo tanto es inconsecuente.

    Es como decir: "Ven, pero déjame en paz" o también: Cuando una madre le dice a un hijo: "Ya me tienes cansada, haz lo que tú quieras" ¿Creemos nosotros realmente que esta madre quiere que su hijo haga lo que él quiera? No, porque esa madre está diciendo todo lo contrario.

    Un padre le dice constantemente a su hijo: "No me contradigas, obedece lo que digo" Por otra parte el padre desea que su hijo sea un hombre y desarrolle ideas propias.

    Estos son algunos ejemplos de lo que esta discrepancia puede producir.

    ¿Cómo podemos superar la discrepancia, la confusión, la inseguridad, la desilusión y la esquizofrenia que esto puede causar el "hacer lo que yo digo y no lo que yo hago"?

    La solución está en que nosotros enviemos mensajes claros, sinceros y transparentes a los demás, que coincidan con nuestros hechos. Un ejemplo práctico de Jesús esta en el Evangelio de San Mateo 5:37: "Vuestro hablar sea: Sí, sí; no, no; porque lo que es más que esto de mal procede", creo en el sentido se ser sinceros, transparentes.

    2da Regla:
    Digámosle a nuestro cónyuge o familia lo que nosotros queremos.

    Lamentablemente hay muchas personas depresivas, especialmente las mujeres que esperan que los padres o el esposo adivinen lo que ellas o ellos quieren. Ellos o ellas no dicen nada pero esperan que el cónyuge sea un profeta. Esperan que el cónyuge les lea sus deseos en los labios.

    El o ella, se pone triste, enojado, humillado, cuando el cónyuge no se da cuenta o no capta sus necesidades. Y entonces se sacan conclusiones falsas: "Mis deseos no son tus deseos, lo que yo espero de ti, no es lo que tú ofreces".

    Os voy a contar una historia de un matrimonio, que refleja claramente esta situación de la falta de comunicarse lo que uno tiene en el corazón:

    Un matrimonio que llevan 35 años de casados, festejando la fecha de su aniversario, el marido, tomando fuerzas le dijo a su esposa: "Después de 35 años de matrimonio puedo decirte que hubo algo que siempre quise que te pusieras".

    La mujer le respondió: "Ahh tonteras, ya lo sé, son esas faldas largas del Far-West. Pero a mi esos vestidos nunca me gustaron."

    El marido sudando y haciéndose coraje, pues no sabía como decírselo, le dijo: "No querida, es otra cosa".

    Ella se quedó mirándolo y le dijo: "Qué otra cosa, te refieres a ropa o a zapatos? Ahhh... ya sé, a ti siempre te gustó que usase zapatos de taco alto, pero tú sabes muy bien que a mi esos zapatos me hacen daño".

    Y él, sacando toda la fuerza de su alma y sudando nervioso le dijo: "Siempre quise que te hubieses puesto para mi, esas preciosas ropas íntimas, Corset, ligeros, quedarías preciosa".

    Su esposa lo miró con ojos impresionados y le dijo: "Yo siempre quise ponerme de esas ropitas para ti, y muchas veces entré en alguna tienda en secreto a probármelas, pero nunca tuve el coraje de hacerlo, porque pensé que pensarías mal de mi".

    ¿Podéis ver lo que origina la falta de comunicación y no decírse lo que se siente? Cada uno interpreta lo que no es. Así es como vienen los malos entendidos o la falta de sacarle provecho a la vida cuando nadie se comunica o dice lo que quiere o lo que piensa.

    Cuando queramos decir algo, usemos el -YO- quiero, -YO- pienso. Nunca usemos el -TU- quieres, porque el "TU quieres" se orienta casi siempre a señalar al otro como "cabeza de yugo" : "Tú no te das cuenta de nada, tú eres como un trozo de hielo, tú destruyes la paz en la familia, tú eres el culpable de lo que pasa, tú eres quién provoca las peleas".

    Los TÙ casi siempre llevan mensajes de reproche, de acusación, de acusar al otro para justificarme a mi mismo. Estos -TU- mensajes casi siempre hacen a los otros culpables y etiquetan a los demás. En realidad los mensajes del -TU- no tienen una base muy cristiana. "Examínate y pruébate a ti mismo"

    Por el contrario, los mensajes hablados en el -YO- no hacen a los otros culpables, sino demuestran que YO me tomo la responsabilidad de mis actos, de lo que YO quiero.

    Los mensajes en -YO- hablan de mis puntos de vista subjetivos y no son acusadores sino que hablan de mi lógica subjetiva. Por ejemplo: "Yo no puedo soportar el humo del tabaco, a mi me molesta cuando fumas". O por ejemplo: "José, yo tengo problemas si tú no estudias, yo me preocupo, yo me avergüenzo delante de los vecinos".

    Digamos a nuestra familia lo que pensamos, lo que opinamos, lo que queremos. Pensemos que es falso esperar que el otro adivine lo que nosotros queremos. Nuestro cónyuge, nuestros hijos, nuestros padres no son médium o adivinos.

    La 3ra Regla es:
    En la familia nos podemos aceptar mutuamente mucho mejor, si reducimos los grandes errores o equivocaciones a pequeñeces.

    Es una equivocación pensar que no nos podemos equivocar. Quien cree que no puede fallar, quien cree que podrá vivir todo esto perfectamente, ha perdido el sentido de la realidad como lo pierde un psicópata.

    Cometer errores, no fallar jamás es inhumano. Las personas que se desesperan y se deprimen cuando cometen equivocaciones o errores son personas sin misericordia y tolerancia consigo mismas y con los demás, de estilo perfeccionistas.

    Por eso en algunas iglesias hay personas que parecen ser más exigentes que Dios y que castigan y disciplinan al pecador más fuertemente que Dios. Son los llamados fariseos o legalistas, a veces con un acento pietista y puritano, pero al final tanto peca el que cometió el pecado como los que procesan al caído. Son los que señalaron a la mujer adúltera delante de Jesús.

    Detrás de esta clase de personas suelen esconderse grandes conflictos que tienen consigo mismas y en realidad lo que hacen es proyectar en otros lo que inconscientemente desean para ellos mismos. No toleran al que falla y lo disciplinan (o castigan), porque ellos mismos fallaron en ese punto y, inconscientemente en este proceso se castigan a si mismos, castigando el pecado de otro. Inconscientemente se autodisciplinan a ellos/as mismos/as.

    También porque castigando duramente al pecador, es una forma de crearnos nosotros mismos, leyes duras, para que nosotros tengamos presente que si yo fallo, me esperará lo mismo. Es como una autoprevención, que nos creamos, porque en el fondo de nuestras almas nos sentimos inseguros/as y, por lo tanto me creo leyes para "frenarme a mi mismo"

    Exigir una vivencia sin errores ni fallos ni pecados, es una enfermedad psíquica, dice el director de una famosa clínica psyquíatrica de Alemania. Hohenmark.

    Esto es lo que llamamos: Perfeccionismo. Yo quisiera decir algo sobre este subtítulo, especialmente sobre el Perfeccionismo. Èste un gran enemigo de la vida familiar, porque no nos permite ser tolerantes, comprensivos con los fallos de los demás. El perfeccionismo nos lleva a pensar en "Todo o nada" y esto dificulta que reduzcamos los errores de los demás dentro del hogar.

    Quien no tolera que alguien se equivoque, que caiga, que falle lo lleva a deprimirse y a tener reacciones desamoradaso incluso violentas con los demás. Por lo tanto, a nivel educativo y espiritual, es inhumano exigir a los niños o al cónyuge una perfección total. Por ejemplo decirle a un niño: "Tú me tienes que prometer que nunca jamás dirás una mentira". Hay un dicho que dice: "No digas jamás, la palabra jamás". ¿Pero que pasa cuando el niño o mi cónyuge vuelve a mentirme? Para estas personas perfeccionistas se rompe todo, hacen un escándalo, se les viene el mundo abajo, amenazan que se tendrán que divorciar si les mienten otra vez.

    Yo personalmente podría decir tanto sobre este tema porque yo cometí errores bastante graves y di con personas que, aunque tenían razón de lo que me acusaban, me sacaron la tarjeta roja, me expulsaron del campo de juego y, si fuese por ellos, yo no podría estar aquí esta mañana, llevando esta conferencia. Asi somos... intolerantes, perfeccionistas con los demás, sin ver la propia paja que tenemos en nuestos "ojos"... "El que no tenga pecado que arroje la primera piedra..."

    En mi consulta en Alemania tuve un hombre que me dijo: "Yo no puedo vivir más con mi esposa. Ella me prometió que nunca más se pondría de parte de los hijos de su primer matrimonio y que dejaría de darles dinero a escondidas de mi, pero no cumple lo que me prometió. A mi no me hace tanto daño que ella se ponga de parte de sus hijos y les dé de mi dinero, sino que ella no mantenga su promesa. Eso es lo que me está enfermando y ya estoy pensando en un segundo divorcio. No lo soporto no puedo soportar que no cumpla sus promesas. Ella se merece un castigo muy duro. Creo que no la podré perdonar jamás. Esto se me está haciendo una montaña".

    ¿Es este fallo imperdonable? Hagamos grandes o pequeños errores, no nos dejemos ahogar en un vaso de agua.

    Vivir sin fallos es humanamente imposible, por eso nosotros necesitamos aprender de la gracia y el perdón de Dios para vivir.

    Pero... ¿Qué ocurre cuando una persona quiere vivir sin caídas ni fallos, ni errores? Esta persona vivirá amargada, triste, no estará satisfecha consigo mismo/a, no será feliz con su cónyuge, con sus hijos, con su familia, porque ella misma fallará, los de su familia fallarán.

    Naturalmente hay problemas en el hogar en los que no se puede cerrar un ojo. Tampoco quiero pasarme al otro extremo. Por ejemplo hay niños que lo rompen todo, que son muy inquietos, traviesos, sucios, que no paran de combinar desastres. Ante estas situaciones imposibles aunque no seamos perfeccionistas tenemos el derecho de quejarnos. A mi tampoco me agradaría vivir con niños que hacen todo el día terremoto, que te revuelven toda la casa, que no escuchan lo que se les dice y que te hacen la vida más pesada de lo que es. Pero la persona sana, buscará la causa y una solución, un arreglo, pedirá ayuda si es necesario y no exagerará la problemática y no se dejará enfermar por ella ni huirá.

    A propósito, hoy en día no se habla más de castigo, de dureza, sino de la aplicación de "lógicas consecuencias". Por ejemplo, cuando a un niño se le llama a comer y viene 10-15 minutos más tarde, porque tiene patatas en los oídos, "la lógica consecuencia" es que se queda sin comer. La mamá recoge todo y se terminó. Se le pregunta: ¿Juanito tú que quieres, jugar o venir a comer con nosotros? Y según lo que el niño decida, como padres tenemos que ser muy consecuentes. Recordemos que el hogar no es un hotel de 5 estrellas. En fin, este es otro tema, que me llevó a dar otras conferencias.

    Volviendo al tema...., Quien es un/a perfeccionista exagerado/a o patológico/a vivirá siempre desilusionado, amargado, tendrá que vivir resignándose, poniendo a toda la familia bajo agotamiento nerviosismo, porque se enferma, es algo que no lo puede tolerar.

    Nuestra meta debería ser la de convertir los grandes problemas en pequeños problemas, o por lo menos no exagerarlos o agrandarlos. Por lo tanto no deberíamos pensar radical y polarmente. Todo o nada, blanco o negro.

    Este tipo de pensar nos hace infelices. Todo o nada nos programa de antemano las desilusiones y depresiones. Y... ¿por qué ocurre esto? Porque las personas que piensan en "Todo o Nada", tienen grandes exigencias consigo mismo y con los demás y si algo falla, no lo podemos tolerar. "Todo o nada" equivale a prohibiciones, a poner limites exagerados y esperar con enormes expectativas.

    Por ejemplo:
    Una mujer le prometió a su madre: "Yo le prometí a mi madre que nunca la dejaré ir a un asilo de ancianos". La mujer estaba destrozada cuidando a su anciana madre pero, porque ella se lo había prometido aunque esto la estaba destrozando a ella y a su familia, ella mantendría su promesa.

    Todos le aconsejaban que no siguiera en ese plan. El médico, el consejero espiritual, su marido, sus hijos, hasta incluso su propia madre le pedía que la internara. Por esos tiempos la madre había perdido el control del orín y de la materia fecal. La madre estaba postrada las 24 horas en cama. Tenía que lavarla, darle de comer, atender a su familia. Esta mujer estaba viviendo en una crisis, pero ella dijo: "Yo no dejaré ir a mi madre a un asilo de ancianos porque se lo prometí": Ella, sin darse cuenta, estaba destrozando su vida de pareja y de familia. -Todo o nada- -Esto o esto otro-.

    Un padre le dijo a su hijo: "Si tú te pones un pendiente en la oreja, tendrás que irte de casa, esto es una vergüenza para nosotros, que dirán los vecinos y mis colegas".

    4ta Regla:
    Nosotros tenemos que estar atentos a no caer en jugar un "mano a mano" con nuestro cónyuge y con nuestra familia.

    Esto se podría comparar con el juego del Ping-Pong. Tú me tiras y yo te tiro. Hay personas muy inteligentes que tienen siempre pronta una contra-argumentación para disparar. Entre ambos cónyuges o con los hijos se crea una discusión en la que cada uno quiere justificarse y darse la razón a él o ella misma.

    A cada argumento que cita la esposa, el marido le rebate con otros errores que ella ha cometido. A su vez ella le saca otros argumentos que hablan en contra del marido, y el marido intenta defenderse justificándose y explicándole el porque actuó así o asa.

    En fin un círculo odioso y vicioso que va escalando hasta poder herirse el uno al otro profundamente y ambos quedar amargados, frustrados, de mal humor, sin hablarse, sin tener relaciones sexuales.

    Este es un patrón que predomina "quizás" más en los países latinos, donde usamos más el corazón, o sea los sentimientos o emociones que el puro razonamiento frío para resolver los conflictos. Cuando tenemos que tomar una decisión o surge un mal entendido, le ponemos una buena carga de emocionalidad o pimienta al problema, y en vez de ver fríamente, con control y con claridad el cómo resolver el problema, lo complicamos más con nuestro acaloramiento.

    Nunca permitamos que una discusión nos lleve a perder el control, a ofender o incluso a insultar o amenazar. Pero, sobretodo, un mensaje horroroso, muy feo y con ninguna base constructiva es el amenazar al cónyuge con la palabra separación o divorcio. "Si tú no cambias de postura, ya me veo delante del juez".

    No usemos -jamás- esta palabra por más enfadados que estemos y menos aún delante de nuestros hijos. Esto les produce inseguridad, inestabilidad y pánico respecto al futuro, porque ellos mismos ven en sus compañeritos de escuela o amiguitos que no tienen papá o mamá porque éstos se separaron.. Esta amenaza es "cáncer" para el matrimonio y la familia.

    Esta amenaza de "separación o divorcio" emite un mensaje que dice: "no me importaría perderte, dejarte, no significas nada para mi. En cuanto surjan problemas y no hagas lo que yo esperaba de ti, te dejo, así podré rehacer mi vida".

    Estas palabras hieren profundamente al cónyuge, en lo más profundo de su amor propio, de su alma y naturalmente es un gran insulto a la unión matrimonial. Es muy feo decir esto.

    Yo traté hace muchos años, una paciente que el marido la amenazaba fácilmente con la palabra divorcio cuando discutían. Era tan profundo el daño que este hombre le estaba haciendo a su mujer, que esta mujer llegó a perder toda motivación de vivir y tener alteraciones psíquicas con pérdida de la realidad además de síntomas psicosomáticos falta de apetito, úlcera.

    Tuve otro caso que le pasó a un hombre. Su mujer, por cierto ignorante en el campo de las relaciones humanas y sin sentir nada de honor por si misma, le dijo a su marido en un momento de acaloramiento latino-emocional: "Sexualmente yo me la pasé mucho mejor con otros hombres". Vosotros, los hombres que estáis aquí, os podéis imaginar lo que este mensaje significa para un hombre. Es peligrosisimo. Este hombre al verse comparado negativamente a nivel sexual con otros ex-hombres que tuvo su esposa desarrolló una cierta impotencia psíquica sexual. Después del tratamiento de algunos años, poco a poco comienza a tener relaciones sexuales más normales con su esposa. Pero aun después de muchos años se recordaba siempre de estas palabras que le dijo su mujer.

    El poder de la palabra es a veces, mucho más impactante que la violencia física porque deja cicatrices no en el cuerpo, sino en el alma y estas palabras pueden retumbar desde lo profundo de la mente aun después de 10-15 - 20 años o por el resto de la vida.

    Una mujer de 55 años vino a mi consulta pidiendo ayuda para olvidar. Olvidar- anular de su mente las palabra que le había dicho un hombre hacía 30 años. Aquel hombre le dijo cosas negativas de su cuerpo, de sus intimidades comparándola con otras mujeres, que este "Don Juan" había tenido antes. Ella nunca pudo olvidar esas palabras y terminó por acomplejarse de tal manera que luego tuvo dificultades de tener una nueva relación normal y sana con otros hombres. Se había quedado soltera a pesar de ser una mujer muy interesante y atractiva.

    El famoso americano Dale Carnegie, en su libro mundialmente conocido, "Como ganar amigos" dedica un capítulo sobre el poder benéfico y destructor de la palabra humana. La palabra humana, tiene el poder de elevarnos a los cielos o enterrarnos en vida.

    La emocionalidad nos lleva a atacar a la persona y no al problema en concreto. Nosotros deberíamos atacar al problema pero no a la persona.

    ¿Qué debemos hacer nosotros?

    Nosotros tenemos que cortar con las discusiones y no seguir adelante con estos modelos negativos. Tenemos que poner fin a este juego de "mano a mano".

    Este cortar tiene que empezar por nosotros, no importa si el otro cónyuge o los hijos siguen jugando este patrón. Pidámosle al Señor que no de la fuerza para romper con estos patrones de comportamiento tradicional, que quizá los hemos aprendido de nuestros padres, abuelos.... Se dice: "Si te equivocas calla, pero si tienes razón tampoco exageres en defenderte". O sea, no te dejes manipular por el amor propio herido y querer defenderte, discutir, alzar la voz, no permitas una escalación del conflicto. Lo importante y difícil: No os dejéis enganchar en estas discusiones que, a veces, por pequeñeces terminarán estropeando la felicidad familiar.

    Digámosle claramente a nuestro cónyuge, hijo, padre: "No lo tomes a mal, yo no quiero que terminemos enfadados y de mal humor. Nuestra paz y nuestra alegría familiar vale mucho más que ganar una discusión. Por eso no deseo discutir contigo, quiero que hablemos y nos lleguemos a entendernos por el camino de la comprensión, del amor, pero no de la discusión Ping-Pong.

    "En lo que a vosotros aspecta , vivid en paz con todos"

    La 5ta. Regla:
    Esta es la regla más alta que existe en la convivencia entre los seres humanos especialmente en el matrimonio y la Familia. "Ama a tú prójimo como a ti mismo"

  • ¿Tengo amor por mi prójimo?

  • ¿Me intereso y preocupo por los demás?

  • ¿Respeto a mi prójimo?

  • ¿Acepto a mi prójimo como es?

  • ¿Tengo una buena comunión con los demás?

  • ¿Estoy dispuesto a darme en beneficio de mi prójimo?


  • Este es el mensaje central de la Psicología individual, de Alfred Adler. Comunión colectiva y amor por el prójimo son lo mismo.

    Por otra parte el amor a si mismo y el amor al prójimo están inseparablemente emparentados. Como dice el Evangelio: Ama a tú prójimo como a ti mismo. Si no nos amamos a nosotros mismos, si no nos interesamos por nosotros mismos, si no nos aceptamos como somos, no tendremos dificultades de amar/aceptar al prójimo. Esto no es solamente a nivel teológico sino también a nivel psicoterapéutico. "NO podemos dar lo que no tenemos". En otras palabras, como te ames a ti mismo, así también amarás a tu prójimo.

    Quien a si mismo no se acepta como es, quien no se ama a si mismo, quien no protege su -yo-, quien no piensa en sus propios intereses y deseos, quien vive solamente para los demás y solamente desea satisfacer los deseos del prójimo, no será nunca feliz, tendrá problemas consigo mismo y con los demás.

    Quien se ama sanamente a si mismo, espiritual y psíquicamente vivirá una vida relativamente sana, efectiva y fructífera para la sociedad.

    Por amarme a mi mismo se entiende sobretodo, el aceptarme a mi mismo como soy, es estar satisfecho de mi mismo, de como soy. Es aceptar mis límites físicos, mentales, económicos, sociales. Es aceptarme con mis defectos físicos, lo que me rodea, etc. Por ejemplo aceptar mi nacionalidad, el nivel cultural que tengo, mi color de piel, mi estatura, mi color de ojos. En Alemania tengo un amigo rubio de ojos celestes. Nos contó que cuando era joven se ponía con los ojos al sol, para que se le oscurecieran. No estaba contento con el color de sus ojos. Quería tener ojos marrones, porque los veía románticos, sensuales, de fuego, cariñosos. Es un mecanismo psicológico que cuando una persona llega a aceptarse o amarse a si misma, sanamente a un alto nivel, le será muy fácil aceptar su familia, con los defectos que tienen lo miembros de su familia, con las debilidades que tengan, problemas.

    Es algo casi automático. Esta claro que nadie puede dar a otros, lo que no tiene. Quien no se ama o acepta a si mismo, vive en un conflicto interior que no le deja ver claro, porque vive observándose a si mismo, está atrapado su problemática, a sus complejos, está atrapado en guerra consigo mismo y esto no le permite ser libre y sano para darse a los demás de una manera bastante amplia..

    Es alguien que no está de acuerdo consigo misma/o. Esto hace que un individuo tenga una personalidad complicada y sea una persona complicada, es una complicación, porque siempre, consciente o inconscientemente su conflicto interfiere en los pensamientos y en las relaciones. Por ejemplo: En la relación de novios, matrimonial, familiar y social. Naturalmente esto según el grado de conflicto que tenga esa persona consigo misma, porque -todos- tenemos algo que no aceptamos y es normal.

    Quien se ama sanamente a si mismo, no vive torturándose por quedar bien con los demás, no ayuda al prójimo por miedo, porque tiene un síndrome de ayudar, o por el que dirán, sino que lo hace porque está contento consigo mismo y esa satisfacción le permite hacer cosas buenas y desinteresadas por amor.

    Amarme egoístamente, es diferente del amor por si mismo. Es el deseo más o menos fuerte de poseer, del ser yo mismo el centro de mi universo, de centrarme completamente en mi.

    Esta clase de egoísmo cuando es exagerado se llama Narcisismo. quien así se ama, egocéntricamente, estará preocupado en dar una buena imagen, en ser aplaudido, tiene miedo de no ser amado, miedo de ser rechazado, de quedar mal, por eso el que se ama egoístamente casi todo lo que hace por el prójimo, aunque haga mucho, es casi siempre para ser aplaudido, reconocido, valorado, recompensado, amado/a incluso hasta para tapar sus fallos o compensar sus lados negativos.

    Para llevar un vida fructuosa en el matrimonio y en la familia, es necesario dar y recibir, recibir y dar, regalar y que te regalen, alegrar y ser alegrado. Naturalmente no podrá existir nunca un equilibrio perfecto entre dar y recibir, pero una cierta relación dentro de los límites de la normalidad debería existir.

    Dar y recibir deberían ser acciones bastante paralelas. Quien solamente da, se agota, se vacía a si mismo, estropea su vida, se queda por el camino, no crece, y puede ser usado/a o incluso manipulado/a por los demás dentro de la familia y esto crea dentro de la familia patrones enfermizos. Esto es lo que nos pasa a muchos psicoterapéutas, estamos siempre dando... esfórzandonos por ayudar a los demás y es necesario también que busquemos de recibir, de crecer, de actualizarnos.

    Voy a poner fin aquí, porque veo que se ha hecho la hora del almuerzo. Aunque hemos tenido 2 pausas, os agradezco por vuestra paciencia de seguir tan atentamente este tema. Por la tarde tendremos 2 horas para las preguntas que tenga cada uno/a. Muchas gracias.

    © 1996 por Conrado Grandville, .

    Se puede copiar con permiso del autor.